Post 126: Patrimonio sobre ruedas Parte 1

”Patrimonio sobre ruedas”, fue una publicación de edición limitada que durante siete años consecutivos fue preparada por La Gaceta y Tuerca.cl e impresa, con un diseño que emulaba los diarios de los años 40, con el apoyo del Consejo de Monumentos Nacionales. En él se recogieron decenas de fotografías que hasta entonces esperaban ver la luz para ser vistas nuevamente después de décadas de estar guardadas en roperos, cajas, libros y baúles a lo largo de nuestro país.

Y las fotos recibidas fueron gratificantes; muchas personas nos compartieron no sólo sus autos, también historias familiares que brevemente quedaron reflejadas en el Patrimonio .

 En total siete ediciones, que si se juntan, formarían un interesante librito de 40 páginas. Pero como ello no será posible, y estamos precisamente en lo que hace solo un año atrás (parece que fue un siglo), celebrábamos como Mes del patrimonio, hemos preparado este recuerdo, un breve resumen de algunas fotos publicadas.

Las Vizcachas-app.1976: El Fiat 125 fue uno de los autos favoritos de los años 70. Aunque su carrocería era un sedán familiar, su motor estaba equipado “a la italiana”, con dos carburadores. Además en aquella época la oferta se limitaba a unas pocas marcas y FIAT era armado en Chile. En las competencias que se realizaban en el autódromo de Las Vizcachas, el FIAT 125 ocupará siempre un lugar de honor como uno de los eternos ganadores. Esta foto de esos años, enviada por Alvaro Giraldes G. nos muestra, de izquierda a derecha a Jorge Giraldes, un espectador no identificado y a Carlos Riadi, el joven preparador de la mecánica del auto.


En 1956 mis padres adquirieron esta Skoda 1200 que nos acompañó por 18 años recorriendo desde Valdivia hasta Tacna, resistiendo impericias conductivas, malos mecánicos, malos caminos, etc. Mucho de lo que sé de mecánica, se lo debo a esta maravilla: sencilla, de poco motor, pesada…pero resistente y fiel. No tenía radio, los forros interiores de las puertas eran de cholguan barnizado sujeto con roscalatas y en el piso del maletero tenía unos listones de madera. Todo de fabrica: Luis Bravo Zehnder.

Mi padre Francisco Núñez Ortiz, al volante (a la derecha), de un automóvil Chevrolet deportivo, acompañado de algunos amigos. La foto fue tomada alrededor del año 1925. Francisco Núñez. Este tipo “baquet” debió haber sido fabricado en Chile (en esa época había buenos carroceros). Notar que el auto tiene llantas de madera, lo cual denota que es un modelo de 1924 ó 1925, con un motor de 4 cilindros y 26 HP lo cual les daba mas potencia y rapidez que el Ford T que era su competidor, con sólo 20 HP

Quillota, años 60. En la foto aparece mi padre, Hernán Espinoza Valenzuela, en su Lancia de 1937 diseñado por PininFarina. El auto, según mi padre era fantástico, con mucho detalle para la época. Fue de un cónsul y tenía un compartimento especial para guardar los skies. Su volante estaba a la derecha, lo que dificultaba poder adelantar. Después, lamentablemente lo vendió. Entre el año 81 y 82 se le vio por última vez en Quillota; ya no muy bien cuidado.

Nuestro colaborador Juan Aubele (al centro) nos envía esta excelente foto fechada en 1976 donde se aprecia la imponente cola de un Chevrolet Aerosedan de 1948. Se percibe claramente la caída del techo sin interrupciones hasta el parachoques trasero en una perfecta continuidad aerodinámica sólo interrumpida por el pequeño emblema Chevrolet al centro del maletero: Los Aerosedan bicolores como éste, correspondían a la versión de lujo. Todos ellos, estándares o de Lujo tenían el mismo motor seis cilindros tradicional de Chevrolet.

Santiago. Alrededor de 1976. La fotografía que se encuentra mas abajo, fue tomada de algún sitio de internet y nos muestra varias cosas que para algunos de nosotros parecen no tan lejanos

El lugar es Alameda con Santa Rosa, y el edificio que allí aparece es el ya no existente Cine Santa Lucia, única pantalla en el país que exhibía Cinerama. Al momento de la foto se estaba exhibiendo “La vuelta al mundo en 80 días”. El modernismo pudo más y el cine ya no existe (el edificio sí, pero irreconocible) y la técnica Cinerama (Filmar y proyectar con tres cámaras en una pantalla curva , dando así cierto «relieve » y naturalidad), tampoco.

En la calle vemos, de izquierda a derecha una muestra del parque automotor de esos años. El más lejano a la izquierda , un Ford Taunus, de los cuales llegaron bastantes a Chile, luego un bus Mercedes Benz O 362 de la Empresa de Trasportes colectivos del Estado (ETCE) , un imponente Chevrolet Biscayne taxi, aún con su número en la puerta, un Buick Hardtop de 1952, bicolor, tal vez celeste con blanco hueso en sus tiempos elegantes, en la foto ya venido a menos y finalmente una liebre Ford F 600 con carrocería estadounidense marca Superior, línea Lo Barnechea, de color verde agua con franja roja. Estacionados en los sitios eriazos, una Renoleta, un camión Chevrolet 1948-52 y un Mini.

El luminoso, hoy ya no se encuentra en ese sitio. Hacía publicidad a los Vinos San Pedro, “siempre son buenos”. Desde 1865

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