Post 148. Transporte patrimonial semi-olvidado: Los Coralitos de Ovalle.

En este mayo de 2021, cuando antiguamente celebrábamos el mes del patrimonio, vamos a colocar en categoría de Patrimonio tangible, al vehículo que reportamos, porque representa verdaderamente una época y protagonistas olvidados, o más bien ignorados por la sociedad, pero que constituyen un rico patrimonio local. Y allí se mantiene vivo.

Nos referimos a una singular forma de transporte que se utilizaba en el querido norte de Chile, llamado “bus-carga” por algunos de los habitantes de esas zonas o simplemente camión por otros.

Cuando los caminos eran tan malos que destrozaban cualquier carrocería y cuando era necesario transportar todo tipo de carga desde la ciudad a los pueblos y aldeas donde no había como aprovisionarse, el camión tomaba un rol importante. Pero como también había pasajeros, ¿qué mejor que adaptar un camión mixto, con una cabina para llevar pasajeros?

Y recorriendo internet nos encontramos con un núcleo de historias vivas sobre este transporte Ovallino llamado Coralitos por sus usuarios.


El Coralito de Caren muestra a este bus-carga o camión-mixto en todo su esplendor. La foto debe haber sido tomada cerca de un 18 de septiembre, pues el bus está adornado con serpentinas tricolores y banderas chilenas. Eso también explicaría las varias garrafas en el techo. Y la señora lleva una radio para animar la fiesta. Fotografía de archivo Patrimonial de Municipalidad de Monte Patria.

Eran dos, un Ford 60 y un 61, que unían Caren con Ovalle. Y existieron hasta bien entrados los años 70.

El Coralito Ford 1961. Sobre camión, a diferencia de su hermana, construída sobre bus. Foto del blog cateodelalaucha

Recuerda el cronista del blog “diaguitaovallino”:

“Hasta los 70s, los días lunes, miércoles y viernes; la calle Benavente, se atestaba de micros del interior. Estaban: la de Sotaquí, La Paloma, Monte Patria (la micro del Chancho), El Palqui (la de doña Pascuala), Agua chica, Dos Rios, Tulahuén, Combarbalá, Pedregal, Mialqui, Los Clonquis, El Maitén y de todos los pueblos que conforman el generoso valle del Limarí.

Dentro de ese nutrido, matizado y colorido grupo, destacaba un tipo de transporte muy original, que según algunos conocedores, era único en su género: un camión que tenía la particularidad de poseer cabina, asientos para pasajeros y espacio para carga, todo en el mismo vehículo: se llamaba El coralito y prestaba servicios para el pintoresco pueblo de Carén.

Eran los tiempos de los viajes sacrificados, cuando no había rutas pavimentadas, cuando se madrugaba para estar en Ovalle a las siete u ocho de la mañana y luego, se partía alrededor de las cuatro de la tarde para llegar al pueblo a la oración. Aparte de comprar alimentos, se requería portar herraduras con sus respectivos clavos, malla ovejera y para gallinero, alguna brillante tetera de aluminio, una lámpara a carburo o parafina, algunos metros de soga o de manguera plástica y hasta, de vez en cuando, una cocina a leña o kerosene, una carretilla o algunas planchas de calamina. ¿Cómo trasportar todas esas cosas al pueblo? – En El Coralito!”

El Coralito original se había construido a partir de un camión Ford 60 modelo B 600, con motor V8 223, 272, 292 o 302 pulgadas, desde potentes 139 HP. Que significa que sea B600? Simplemente que nunca tuvo cabina: No era un camión «adaptado».


El Coralito Ford B 600 de 1960 un tiempo atrás. Conservada, pero con la necesidad de una mantención. Hoy está bajo un galpón. Foto de ovallito.cl

Era un chasis de bus de fábrica, que se había alargado y colocado una carrocería tipo liebre. Sus asientos eran simples bancas a todo lo ancho, acolchadas. Incluso el asiento del chofer también era una banca, donde cabrían unas cinco personas. Su tapiz era un sencillo hule colorado y su interior de madera tipo terciado, acaso cholguan. En esta cabina modificada viajaban los más pudientes y atrás, donde iba la carga, entre cajones y sacos los que pagaban una tarifa inferior…. “y así entre tumbos y curvas donde las ruedas traseras quedaban casi en el aire, con la garganta llena de polvo y el pelo tieso, llegábamos finalmente a nuestro ansiado destino”, señala uno de los comentaristas al sitio web ya indicado

Y ese bien escrito reportaje que extractamos, tiene muchos comentarios y recuerdos interesantes, valiosos. Un cronista da en el clavo: “La importancia que tuvo (El Coralito) fue grande: Era la vía al hospital, al comercio, al progreso.”

Hubo varios otros vehículos similares tipo camión-mixto. Según los comentarios del blog cateodelalaucha.blogspot.com, existían: El camión azul oscuro, que iba a Tulahuén, además de ser el camión Correo. El rojo, iba hasta Las Ramadas, cerca de la cordillera, al parecer iba a Chilecito. Hacia Tulahuén partía El Celeste, del mismo color de su nombre, manejado por un tal señor Rodríguez. En Carén también existió antes otro camión mixto, El Pollo. El San Juan era un camión que transportaba pasajeros y carga tres veces a la semana desde Tulahuen a Ovalle .Era plomo con verde, parecido al Coralito, y tenía su nombre » SAN JUAN » escrito en letras rojas en forma diagonal en ambas puertas delanteras .


Hoy día, por milagro existen ambos Coralitos. El Ford 60 está siendo restaurado por el Municipio y vecinos de Monte Patria. En el futuro quizá pueda celebrar el Día del patrimonio en Monte Patria o en Ovalle.

Fotograma de un video de la Municipalidad de Monte Patria. El Coralito de 1960 ya bajo techo.

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