Post 163: Fuerza nortina

Un reportaje del diario La Estrella de Arica, del año 2018 dio cuenta de la increíble historia de cómo un grupo de personas, solamente movidos por el amor a su tierra, iniciaron la construcción, a mano, de un camino que hoy es muy usado al viajar al norte.

Tres vecinos del puerto de Tocopilla, Pedro Villegas, Pedro Galleguillos, Jacobo Jackson y Nello Barnao, cansados del aislamiento de su ciudad, la que ya había perdido su fuente de trabajo como puerto salitrero, convocaron en el lejano año 1968 a una reunión cívica en el Club Sporting Chile de Tocoplilla. El objetivo de la reunión era formar el “Comando Costero de Tocopilla al Loa”, el cual incluyó a representantes de todas las organizaciones civiles de la ciudad.

Señala el reportaje que el apoyo político no llegó y por tanto nació la idea de comenzar la construcción del camino sólo con la fuerza del hombre, lo cual a muchos vecinos pareció ingenuo e improbable. Sin embargo, un grupo de pobladores se entusiasmó con la idea y equipados simplemente con palas y picotas comenzaron  a construir el nuevo camino que ya contaba con “senderos de años inmemoriales”.

Con esta acción se entusiasmaron más habitantes de Tocopilla, llegándose a formar una cuadrilla de 1200 voluntarios trabajadores, que fueron apoyados por el comercio local para sacar adelante la iniciativa. Tiempo después la historia llegó a oídos del presidente Frei Montalva, quien efectuó una visita sorpresiva a la ciudad, y al ver la realidad y el entusiasmo existente, comprometió el apoyo de algunas máquinas.

La citroneta de Armando Muñoz, fotógrafo y cronista de La Prensa, atravesando los cerros. (texto de diario La Estrella de Arica)

Finalmente, luego de tres años de trabajo, el 14 de junio de 1971 a las 06:00 horas, tres vehículos (a nuestro juicio muy representativos de Chile de la época), partieron desde el puerto de Tocopilla para cruzar el río Loa y luego llegar a Iquique. Los tres vehículos fueron Un Chevrolet Biscayne taxi de 1969, (el taxi de la plaza), un camioncito artesanal Ford A de 1931 y una Citroneta.

El honor de ser  el primero en cruzar el Loa, correspondió a la Citroneta y luego los otros dos vehículos, que juntos continuaron viaje hasta Iquique

Interesante camionetita Ford A 1931 con carroceria artesanal de madera . Notables (y prácticos) son sus tapabarros cuadrados y la parrilla metálica sobre el techo. Construida sobre algún auto recortado.

Largo viaje para estos autos, considerando que el camino era de tierra, muy disparejo y lleno de calamina como lo comprobaría este cronista años después al hacer esta ruta aún no pavimentada,  de Tocopilla a Iquique por la costa, en su Acadian café.

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